MARTES, 15 de mayo 2018.-  «Cuarenta y cuatro corazones de acero, presentes. Prohibido olvidar», expresaron cientos de manifestantes en uno de los dos homenajes organizados a seis meses de la tragedia. El otro acto de evocación se realizó en Buenos Aires.

A partir de hoy la Marina argentina considera oficialmente que los 44 tripulantes del ARA «San Juan» han muerto, por lo que sus familiares tendrán a su disposición el cobro de una pensión y de un seguro de vida que, en la mayoría de los casos, ascenderá a sólo 50.000 pesos, unos 1.999 dólares.

La mayoría de las familias, sin embargo, rechazan la posibilidad de recibir este beneficio porque consideran que, de ese modo, el Gobierno abandonará la búsqueda del sumergible.

El destino del submarino ARA «San Juan» y de sus tripulantes se encuentra bajo investigación de la Justicia y de la comisión conformada en el Parlamento.

Mientras los familiares recordaban a los 44 tripulantes, quien era el jefe de la Marina argentina al momento de la desaparición de la nave, el vicealmirante retirado Marcelo Srur, declaró a una comisión parlamentaria que sus subordinados no le dieron suficiente información acerca del hecho.

«Me faltó información. No me la dieron», afirmó Srur en el Congreso argentino.

Así, el ex militar reiteró la declaración que tiempo antes dio ante la jueza federal de la ciudad patagónica de Caleta Olivia, Marta Yáñez, que tiene a su cargo la investigación legal de la desaparición del submarino.

En ambas ocasiones, Srur hizo responsables de la falta de información al capitán de navío Claudio Villamide, a cargo del Comando de Operaciones de la Fuerza de Submarinos, y el contraalmirante Luis López Mazzeo, jefe del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada.

Espera y esperanza

«Nosotros esperamos que alguien nos diga qué pasó», comentó en Mar del Plata María Leiva, hermana del suboficial Luis Leiva, que llevaba más de dos décadas en la Armada argentina.

La mujer fue uno de los familiares que se reunieron este martes en la Base Naval de Mar del Plata, la ciudad bonaerense situada a unos 400 kilómetros al sur de la capital argentina.

Las familias recordaron allí a los tripulantes y luego iniciaron una caminata hacia el centro de Mar del Plata, a unos ocho kilómetros de la base militar, para asistir a una misa religiosa.

«Yo tengo esperanzas, pero también sé que es casi imposible que vuelvan con vida. Pedimos que, al menos, los encuentren para poder cerrar toda esta historia», explicó a dpa Mabel Castillo, hermana del tripulante Enrique Castillo.

En el último reporte que la Armada argentina le entregó a los familiares les comunicó que actualmente sólo un buque busca al submarino, aunque no cuenta con las herramientas técnicas necesarias para hallarlo.

En tanto, el Gobierno del presidente Mauricio Macri continúa con el proceso de licitación para contratar los servicios de una empresa que prosiga con el rastrillaje de una amplia zona del Atlántico Sur en busca de la nave.

El 15 de noviembre pasado el comandante del ARA «San Juan», capitán Pedro Fernández, informó en su última comunicación un principio de incendio causado por una falla eléctrica había afectado al compartimiento de baterías.

El siniestro habría sido causado por un cortocircuito que generó la entrada de agua por el sistema de ventilación.

A causa de esta situación, según informes preliminares, el submarino sufrió una explosión.

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