JUEVES, 2 de abril 2015.-Este jueves 2 de abril se conmemora el Día Mundial del Autismo y el Municipio de Río Grande, a través de su Subsecretaría de Salud, adhiere a este día fundamentalmente con la difusión que se realiza a nivel nacional e internacional y sobre todo coincidiendo con algunas medidas tendientes a generar mayor conciencia a nivel social con respecto a esta patología.
El director General de Salud, el Dr. Walter Abregú, manifestó al respecto que “este 2 de Abril es el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, así que es importante invitar a todos los vecinos, que puedan llevar en sus ropas o tener en el frente de sus viviendas o en los comercios un color azul, que es el color conmemorativo que los representa, que representa básicamente el color del mar, porque muchas veces está en una etapa de pleno reposo, descanso, y aparecen brotes, en los cuales hay que tener el acompañamiento consiguiente con quienes padecen esta enfermedad”.
Abregú invitó “a todos los vecinos de la ciudad, porque es un día en que en muchas ciudades del mundo aparecen edificios públicos iluminados, nosotros también vamos a hacerlo en edificios públicos nuestros, sobre todo con el color azul que identificará esta jornada a nivel internacional”.
El Director General de Salud aclaró que “no queríamos dejar de lado esta fecha y acompañar, sobre todo, a los familiares de pacientes que sufren esta enfermedad desde el Centro de Rehabilitación ‘Mamá Margarita’, con el equipo de Atención Temprana, se viene desarrollando desde hace años un trabajo interdisciplinario e integral sobre pacientes con estas características.
Es importante la labor que llevan adelante los profesionales del sector, y desde el área de salud del municipio venimos apoyándolos también a ellos, porque no sólo realizan tareas específicas en cuanto a la terapéutica y el acompañamiento de la enfermedad en sí, sino también, el acompañamiento al familiar, que es muy importante”.
Por su parte la psicóloga, Bárbara Tokar, recordó que “el Autismo es una alteración de origen neurobiológico, que se presenta habitualmente durante los tres primeros años de vida, y pertenece a los Trastornos Generales del Desarrollo, mayormente conocido como TGD”.
Indicó asimismo que “la característica principal de este trastorno es que presenta alterada las tres áreas del desarrollo, que son las conductas, la interacción y la comunicación”.
Con relación a la cantidad de niños que se ven afectado, Bárbara Tokar, indicó que “es uno entre ciento cincuenta niños, por eso la importancia de la detección precoz y énfasis en la prevención. Es crucial que los niños tengan la consulta antes de los tres años de vida. Está demostrado que los niños que llegan a un tratamiento a esta edad, tienen el setenta por ciento de posibilidades de revertir las características que presenta el trastorno”.
Por su parte la psicóloga, Leila Ibarra, al hablar sobre la labor que desarrollan a nivel profesional expresó que “nosotras hacemos un trabajo interdisciplinario, recibimos a los pacientes, por demanda ya sea derivados por un pediatra o por los mismos padres que observan en ellos algunos síntomas”.
Mencionó, también, que “nosotros hacemos primero una admisión y una evaluación, y ahí ya ingresa el paciente. Trabajamos desde el área de la Teoría de la Terapia Cognitivo Conductual, que es la que más evolución se observa en estos chicos. Lo que se sabe es que es uno de los trastornos con más población, por ahí más que un Síndrome de Down, más que un Cáncer Infantil”.
Por otro lado, Leila Ibarra, destacó que “lamentablemente, tenemos muchos diagnósticos tardíos, pero es fundamental que los padres, si ven u observan en el adolescente, cualquier pauta, cualquier indicador que quizá el chico no se está relacionando de forma habitual, dentro de los parámetros de lo que hace un adolescente o un adulto, también consulte, porque también se puede trabajar con ellos”.
Con respecto a las características, Ibarra, señaló que “las mamás, lo que pueden ver en los niños es que van a observar como que están desconectados del mundo, están como apartados, no generan contacto visual con el otro, se los llama y quizás no responden a ese llamado. También van a observar que quizás hay movimientos extraños, raros, como balancearse sobre uno mismo. Si están muy sobre excitados aletean los brazos”.
Remarcó por último que “llama mucho la atención del tipo de juego que realizan. No es un juego convencional o el tipo de uso que le dan a los juguetes. Por ahí pueden alinearlos o intentar acomodarlos perfectamente, y repetir esta actividad muchas veces. También eligen jugar solos, esto llama mucho la atención, porque la característica de la infancia es buscar la interacción con otros niños, ellos por ahí prefieren aislarse y esto por lo general es lo que los padres referencian. También es importante mencionar el tipo de berrinche que hacen.
Todos los niños presentan berrinches o caprichos, y es esperable que lo hagan, pero este tipo de niños, lo hacen de una manera muy exagerada y cuesta mucho calmarlos”.
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