LUNES, 8 de mayo 2017.- Mientras el Secretario de Estado de Seguridad Ezequiel Murray sigue sumando millas por sus permanentes viajes a Buenos Aires y al exterior, la inseguridad, el aumento del crimen y la violencia ganan las calles. Los espacios públicos son ocupados por los delincuentes, y los vendedores de droga al menudeo. Aumentan los robos y hurtos, y los delitos se vuelven más violentos. La justicia investiga un pequeño porcentaje de los delitos, depende la cara del cliente.
Para nada se encuentra en los planes de Ezequiel Murray y menos en los de la Gobernadora Bertone, la profesionalización, capacitación y fortalecimiento de la policía de la provincia en la prevención y represión del delito.
Murray, como su Jefe de Policía Nelson Moreira, y su grupete de confianza, miran a la fuerza policial como una «guardia pretoriana» que está para cuidar a Bertone y reprimir el reclamo social. La gestión Bertone no tiene idea de como disminuir la violencia en las calles. Un ejemplo es la política del Ministerio de Desarrollo Social que no tienen idea ni interés de como resolver la situación del hogar de menores en riesgo y conflicto con la ley.
Crece el descontento en la fuerza policial provincial, ya que ven que no «existe un rumbo certero» que haga pensar que Murray quiere una policía al servicio de una política de seguridad pública. Algunos policías ya comienzan a preocuparse porque la violencia en las calles cada vez es mayor, la justicia está fiesta, y los funcionarios de la Secretaría de Seguridad cumplen funciones de llevarle «chusmerio» a la gobernadora. El propio Ezequiel Murray cumple la función de «alcahuete mayor», llevándole toda la información referida a la interna del PJ y la relación del gobierno con otras instituciones.
Son muchos los rumores sobre Murray, algunos piden a gritos que el Secretario de Estado de Seguridad, funcionarios, jueces y fiscales, se sometan a rinoscopias y exámenes toxicológicos en sangre y orina, para saber si tienen vinculación con la droga, por lo menos como consumidores. También algunos sectores de la sociedad exigen que se publiquen las declaraciones juradas patrimoniales, porque es evidente la evolución patrimonial de algunos personajes que no estaría en condiciones de salir indemnes de una investigación por enriquecimiento ilícito.
Murray, por lo pronto sigue acumulando millas con su tarjeta de viajero frecuente y ocupándose de su familia que reside en Buenos Aires, mientras tanto aquí en Río Grande, los vecinos siendo apuñalados, robados y tiroteados, luchan por sobrevivir. Los delincuentes libres ocupando el espacio público y los vecinos decentes, detrás de las rejas de las ventanas de sus casas.
Comentario de Facebook