JUEVES, 8 de febrero de 2018.- Después de la derrota aplastante de la formula del Frente Tierra de Unión liderado por la gobernadora Rosana Bertone, y con futuro incierto para la mandataria fueguina, el PJ fueguino comienza un lento pero firme reacomodamiento con miras a 2019.
Bertone apostó a su grupo de amigos que integran, Luis Vázquez -que se encuentra sentado arriba de la caja del Ministerio de Obras Públicas-, el ex-policía de la PSA y Director Técnico de Fútbol Javier Eposto quien ocupa la Secretaría General de Gobierno desde donde maneja la millonaria caja de refacciones y mantenimiento de las escuelas, la Secretaria de Educación Carla Laprida, y Ezequiel «Isidoro Cañones» Murray, quien todavía no puede justificar los gastos secretos y reservados de la Secretaría de Seguridad.
Lo curioso es que el entorno cercano a la gobernadora, nada tiene que ver con el PJ fueguino. La propia Bertone se ha encargado de bajar del gabinete a los pocos peronistas que habían sido designados al comienzo de la gestión allá por diciembre de 2015. Los cercanos manejan la caja de la obra pública, la caja para las refacciones y mantenimiento de las escuelas, y las adjudicaciones directas millonarias sin licitación pública, para la compra de equipamiento para la Secretaría de Seguridad.
La mayoría de su gabinete es de Buenos Aires, un ejemplo emblemático es el Secretario de inversiones de la provincia, Leonardo Zara, quien es de Morón, provincia de Buenos Aires y fue el encargado de colocar US$200 millones de deuda externa al 8,95%, provincia generosa. El presidente del BTF Miguel Angel Pesce, quien se encuentra procesado en la causa dólar futuro que ocasionó un perjuicio de miles millones de pesos a la Nación. Y la última adquisición, el Secretario de Medios Pablo Ariel Cabas, quien conocía Ushuaia por postales, y llegó al gobierno de la mano del diputado Diego Bossio.
Meses antes de las elecciones legislativas, a instancias de un par de operadores del PRO vinculados a la obra pública de Rogelio Frigerio, y al ambiente aduanero, hicieron lobby para que Laura Colazo fuera medida en las encuestas que pagaba Rosana, lo que finalmente motivó que la hija del exgobernador destituido Mario Jorge Colazo terminara siendo la candidata a Diputada por la lista del PJ que preside Bertone.
La candidatura de Laurita no cayó muy bien en las filas peronistas, y ahí comenzó a profundizarse la grieta dentro del PJ fueguino. «Tan inútiles somos los peronistas, que tienen que ir a buscar a esta piba, que lo único que hizo como concejal, fue juntar tapitas de botellas» se escucho decir a un dirigente riograndense.
Bertone por el contrario redobló la apuesta plebiscitando su imagen y su gestión. Perdió catastróficamente, llevándose puesto al peronismo que la acompañó incondicionalmente. El resultado de la elección de Martín Pérez y de Tito Stefani, no fue magia.
Los muchachos, son disciplinados y se alinean, pero con el ganador. Hoy Bertone es una sombra de lo que fue en las elecciones de 2015, donde prometió que no iba a convertir el IPAUSS en el ANSES fueguino, y que iba a profundizar el proyecto nacional y popular de Néstor y Cristina en Tierra del Fuego.
Finalmente hizo todo lo contrario terminó reprimiendo a los trabajadores, enfrentando pobres contra pobres, entregando los recursos naturales de la provincia, endeudando externamente el tesoro provincial y comprometiendo gravemente el futuro de los fueguinos. Una gestión desastrosa.
Rosana mostró su verdadero rostro, que no tiene dios, patria ni ideología, que es una arribista, acomodaticia del poder, y que siempre se sitúa donde calienta el sol. Por eso su alineamiento incondicional con Rogelio Frigerio y Mauricio Macri.
A los compañeros esta situación les revuelve el estómago, y no están dispuestos a dejarse arrastrar a una nueva derrota electoral que les trunque su futuro político, por eso, algunos ya comienzan a buscar espacio en la gatera para el 2019.
Vuoto y su entorno están tratando desesperadamente de recuperar terreno, ya que una eventual candidatura de Tito Stefani daría por concluido su ciclo como intendente de Ushuaia. Arrancó tirándole tierra a Sciurano por la herencia recibida, pero la realidad se lo comió crudo, cero gestión y su imagen por el suelo en Ushuaia. Amagó con hacerse el «progresista» enfrentando a Rosana, dejó la 45 arriba de la mesa y finalmente se entrego a Bertone.
Julio Catalán Magni, que de pingüino, hace años que no tiene nada, está muy cómodo con la beca en el Senado de la Nación. Hace muchos años que no vive más en Tierra del Fuego y el Congreso le queda cerca de su casa en Arrecifes, provincia de Buenos Aires.
Nato Ojeda levanta mano incondicional de Rosana en el Senado, quien en sus épocas de concejal, junto al intendente Jorge Martín, supo hacer florecer y prosperar el negocio inmobiliario del Barrio industrial de Río Grande, sabe que su futuro está atado a Bertone, y por lo tanto, es bien oscuro.
A ojos de la militancia Juan Carlos Arcando comienza a pefilarse como una alternativa a suceder a Bertone en la candidatura a gobernador por el PJ, ya que estos dos años fue el único que mantuvo un buen dialogo con todos los sectores, y tiene la virtud de tratar de sumar y no restar. Arcando mira a los opositores como adversarios, y no como enemigos, esa es la mayor virtud de Arcando. El gabinete de Bertone no entiende que se gobierna con todos, no contra todos.
Mientra el gabinete de Rosana suma enemigos y se carga de faltas, Arcando se dedica a recorrer la provincia y tratar de solucionar los problemas que generan los ministros de Bertone.
Quien genera escozor al grupete de Rosana Bertone en la interna gubernamental es Leandro Manfredotti quien comienza a armar su propio camino dentro del espacio que lidera el Vicegobernador Juan Carlos Arcando en la Agrupación Malvinas Argentinas. Tal es el encono de Rosana con «Leito», que fue Juan Ramón Luna, ex concejal, destituido y condenado por delitos de corrupción contra la administración pública, estrechamente vinculado a Bertone, llegó a agredir a cabezazos a Manfredotti durante el acto en conmemoración al natalicio de Eva Perón. Y dice por ahí algún afiebrado, que Bertone, que no se caracteriza por ser muy piadosa, habría pedido personalmente la cabeza de Manfredotti en varias ocasiones.
Entre los concejales y legisladores del PJ, solo se destaca Ricardo Furlan que siempre es una figura expectable para repetir como legislador o incluso aspirar a la candidatura en otro estamento, y que en algún momento supo ponerse firme frente al autoritarismo de Bertone, pero que tiene claro que estar del otro lado no es lo mismo que saltar el cerco. Fue la propia Miriam Martinez quien llegó a tratarlo de traidor por sus criticas y posturas disidentes con el manejo de Bertone en el gobierno.
En Río Grande la cosa está que arde, Bertone no puede pisar la ciudad sino viene acompañada de dos colectivos llenos de policías de la División Servicios Especiales. Cuando está en Río Grande prensa de gobierno avisa a dos o tres medios que no se esfuerzan mucho por preguntar e incomodar a la mandataria que es muy sensible a la critica periodística.
Algunos peronistas riograndense miran a Martín Pérez como posible candidato a intendente municipal pero sabe que la alianza con Gustavo Melella, quien aportó muchos votos a la boleta de diputados del Frente Ciudadano, quedó concluida cuando el jefe de la ciudad dijo que el candidato a intendente será de FORJA.
Pérez tampoco es que se ha destacado tanto en Diputados, ha votado contra las leyes que envía el macrismo a la cámara, pero también convalidó la permanencia de Julio De Vido cuando se trató por primera vez su desafuero.
La corta vida política de la legisladora Miriam Martínez, parece el relato de Franz Kafka, con su metamorfosis de revolucionaria nacional y popular de Néstor y Cristina, a transformarse en la jefa de la banda que que destruyó el IPAUSS, tansformó la Caja de Jubilaciones en el ANSES fueguino, y votó el paquete de leyes de ajuste el 8 de enero de 2016.
«Este gobierno no es peronista, es cualquier cosa pero menos peronista» comenta un viejo militante del peronismo de Río Grande.
«Bertone usó a Cristina y a Scioli para llegar a la gobernación, usó la boleta del peronismo y ahora gobierna con su grupete de amigos llegados de Buenos Aires, que nada tiene que ver con el justicialismo» cuestiona otro.
«Será que Bertone está esperando que los justicialistas fueguinos agoten su paciencia, y hagan tronar el escarmiento» dice uno de los tantos referentes justicialistas que cuestionan el accionar de la gobernadora.
Hoy por hoy, en algunos ámbitos donde se reúne la militancia justicialista, comienzan a pensar en la revocatoria de mandato a Bertone, ya que han transcurrido más de dos años desde que asumió.
Rosana no registra, porque su ego no le permite entender, que ella fue electa gobernadora para trabajar por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.
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