Tragedia del buque «Repunte», un nuevo accidente pone en alerta a los pesqueros

JUEVES, 20 de julio de 2017.– El Capitán de un buque pesquero ocultó a las autoridades la existencia de un siniestro que ponía en potencial peligro a la nave bajo su mando.

A pocos días de la tragedia del «Repunte» un nuevo incidente entre dos pesqueros, fue puesto en conocimiento de la Prefectura Naval de una forma casi informal por un operador marítimo que no quiso cargar con un «secreto» relacionado con un hecho que podría haber terminado en tragedia.

La reciente pérdida del pesquero «Repunte» desnuda la realidad de una actividad tan compleja como riesgosa, en la que tanto autoridades, empresarios y trabajadores son corresponsables a la hora de contribuir con el ejercicio de la pesca en condiciones de seguridad, tanto para los marinos embarcados como para buques y el ecosistema marino.

El «Repunte» naufragó el 17 de junio frente a las costas de Rawson mientras se encontraba afectado a la pesca del langostino en medio de un fuerte temporal. El Capitán se comunicó con otra nave indicando que se disponía a ordenar el abandono del buque, pues registraba un ingreso de agua que no podía controlar con los elementos con los que contaba la embarcación.

Hasta allí llegan los datos fehacientes con los que se cuenta. Todo lo relacionado con el abandono, lo sucedido con la balsa salvavidas, la suerte corrida por siete de sus doce tripulantes y las razones del hundimiento, son materia de investigación judicial. El casco hundido del «Repunte» ha sido localizado por la Prefectura Naval Argentina y las tareas periciales están en pleno desarrollo.

Pero como es natural ante una tragedia que se cobró 10 vidas, con el transcurrir de los días comienzan a aflorar imputaciones cruzadas que, de acuerdo al lugar de donde provengan, intentan responsabilizar a alguno o varios de los distintos actores que intervienen en la operación de un buque de estas características.

Si bien la Prefectura Naval Argentina es la única Autoridad Marítima de la Nación, para que un buque se haga a la mar con su tripulación y equipamiento en condiciones reglamentarias, intervienen una gran cantidad de organismos e instituciones del Estado que tienen injerencia, en cuestiones relacionadas con la titulación de los marinos, las condiciones laborales, los cupos y zonas de pesca asignados, entre tantas otras.

En lo que hace a la aptitud técnica de una embarcación para navegar, la normativa vigente impone inspecciones y revisiones de diferente rigor. Las mismas dependerán de la antigüedad de la nave, del tipo de navegación, del certificado de aptitud que se deba renovar y también de la existencia o no de algún tipo de siniestro o contingencia que hubiera puesto en riesgo el mantenimiento de una condición de seguridad.

En todos los casos, si a pocas horas de hacerse a la mar, un buque sufre, por ejemplo, una varadura o una colisión, quien se encuentra al mando de la nave, debe necesariamente informar a la Autoridad Marítima sobre lo sucedido a efectos que se determine el procedimiento a seguir.

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