DOMINGO, 26 de agosto 2018.- Empezaron el viernes como un suceso cargado de tensión y polémica, con el ingreso de los efectivos a la residencia y una vigilia de periodistas y militantes no exenta de controversias. Continuó el sábado hasta que la luz solar lo permitió. Retomó a las nueve de la mañana del domingo la tercera jornada del allanamiento a la casa de la ex presidente Cristina Kirchner en El Calafate, Santa Cruz.

Se estima que la inspección se prolongará durante varias horas, en un procedimiento ordenado por el juez federal Claudio Bonadio conforme lo autorizara la Cámara de Senadores por unanimidad al aprobar los allanamientos a las viviendas de la ex mandataria. La investigación se da en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas, revelaciones de corrupción por el pago de sobornos escritas por Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta y mano derecho de Julio De Vido.

Es el último allanamiento a las propiedades de Cristina Kirchner. El primer domicilio inspeccionado contó con un descomunal despliegue de efectivos policiales en Juncal 1306, en el barrio porteño de Recoleta, y se extendió durante trece horas. El jueves el procedimiento continuó en la casa de Río Gallegos y puede finalizar el domingo luego del allanamiento en la residencia de El Calafate, en caso de que el material analizado no demande más días de estudio.

La propiedad tiene dos plantas, subsuelo y una superficie cubierta de 485 metros cuadrados, y se emplaza . En las inspecciones participaron agentes de la Policía Federal, integrantes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y perros especialmente entrenados para realizar búsquedas. La casa se ubica junto al hotel «Los Sauces», otra propiedad investigada por supuesta corrupción por el juez Claudio Bonadio.

Durante el allanamiento, se produjo una situación fuera de contexto: una señora que cuida la residencia se descompensó en pleno operativo y debieron pedir el auxilio de una ambulancia.

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