JUEVES, 23 de abril de 2020.- En la última sesión del año 2019 el Concejo Deliberante de Río Grande aprobó con 6 votos por la afirmativa y el voto por la negativa del Concejal Von der Thusen, la ordenanza Nro. 4061/2019 que promueve el «Cultivo Municipal de Cannabis (Marihuana) con fines medicinales» en Río Grande. Ordenanza que a todas luces es ilegal, y constituye el «caballo de troya» que va por delante de la legalización del cultivo de marihuana, y que convertiría a Tierra del Fuego en un narcoestado.
El antecendete más cercano es la autorización que el gobierno de Mauricio Macri le otorgó al gobernador Morales para el cultivar de 15 mil hectareas marihuana en la finca «El Pongo» que maneja el hijo del gobernador radical Gerardo Morales, luego que en tramite express la legislatura jujeña aprobara a “Caennabis Avatara Sociedad del Estado” el cultivo de marihuana.
Hay múltiples estudios que muestran el efecto dañino de las drogas y especialmente de las poblaciones más vulnerables. Mientras tanto se va difundiendo el uso desde diversos sitios sociales y desde diversos sectores políticos y económicos.
Datos nuevos nos marcan que la marihuana (Canabbis Sativa) se ha transformado en la sustancia psicoactiva de iniciación en la adolescencia. El tabaco y el alcohol empiezan a estar en un segundo plano o son drogas que acompañan como secundaria al uso de la droga principal. Ya se estudia este fenómeno de una manera permanente. En los Estados Unidos se duplicó desde el 2004 el uso de marihuana como primera sustancia (100%) y bajo el uso del tabaco desde esa época del 24 % de los jóvenes al 9 %. Esto es así, se dice, porque hubo una intensa campaña educativa sobre el alcohol y el tabaco pero no así con la marihuana. Con respecto al «porro» al contrario hay una estimulación social al consumo desde distintos sectores generando un amplio marketing con estimulación permanente (Escuela de Salud Pública-John Hopkins).
Sobre esto nos dice el King College de Londres el Prof. Robín Murray: «…en la última década hubo grandes campañas públicas advirtiendo sobre los peligros del tabaco y alcohol mientras que la cobertura mediática de los estados americanos que legalizan el cannabis crea la impresión publica que el cannabis no tiene riesgos ni peligros».
Los intereses en juego son varios: Las empresas farmacéuticas que procesan el cannabis medicinal cotizan entre las empresas más importantes del Nasdaq en Wall Street con «pingues» ganancias teniendo en cuenta la cantidad de estados que liberan la venta de marihuana medicinal así como la venta en ocho Estados de EE.UU. en tiendas y dietéticas de marihuana con distintos productos, Canadá sigue los pasos de Uruguay y la marihuana se impone detrás del «Caballo de Troya» de la marihuana medicinal. En el país del norte las ventas de marihuana legal llegarán a 11 mil millones de dólares.
Los intereses políticos ligados al llamado «progresismo» político y cultural que en un «combo» une el aborto, el feminismo radical y la eutanasia junto al uso de marihuana e incluso yendo mucho más allá con el uso de todas las drogas no teniendo en cuenta los efectos sobre la salud, la organización social y la seguridad pública. Estos grupos tienen una gran presencia mediática e incluso son financiados por Fundaciones americanas y han hecho del Twitter, Facebook , Instagram verdaderas redes de propaganda continua así como de páginas web de publicidad dirigida a la población adolescente.
Los intereses del narcotráfico que aumentan la cantidad de clientes ya que su uso más masivo incorpora poblaciones y con precios más competitivos que el mercado oficial como ya sucede en Uruguay y en Holanda. Además sube el consumo de todas las drogas porque el cerebro y sus sistemas de placer y recompensa no reconocen drogas y el apetito voraz de la marihuana es seguido en muchos que forman parte de la población vulnerable con cocaína, paco, éxtasis, etc.
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