MARTES, 2 de septiembre 2025.- Estados Unidos volvió a presionar a la Argentina para reactivar el polémico radar instalado en Tolhuin y, al mismo tiempo, planteó su interés en contar con una base de apoyo en Ushuaia para submarinos nucleares de su flota.

El pedido fue reiterado por el almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, durante su reciente visita a Buenos Aires, donde se reunió con autoridades del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Conjunto. Se trata de la segunda vez en el año que el alto mando militar norteamericano presenta formalmente estas solicitudes.

Un radar en disputa

El radar en cuestión pertenece a la empresa LeoLabs, que perdió sus permisos de operación a fines de 2023 tras una decisión del gobierno fueguino, que lo vinculó con capitales británicos y advirtió sobre su posible uso militar.

Pese a que Estados Unidos asegura que se trata de una firma bajo control de accionistas norteamericanos, dedicada al rastreo de basura satelital y en estrecha relación con SpaceX y la NASA, el radar quedó en el centro de la controversia cuando se conoció que la compañía había firmado un acuerdo estratégico con el Ministerio de Defensa del Reino Unido, que le otorga acceso a toda la información recabada por sus antenas en distintos puntos del planeta.

Presión en el plano geopolítico

Durante su paso por la Conferencia Sudamericana de Defensa (SOUTHDEC), celebrada a fines de agosto, Holsey advirtió sobre la “incursión metódica del Partido Comunista Chino en la región”, con la instalación de infraestructura de doble uso y la búsqueda de control sobre puntos estratégicos como el Estrecho de Magallanes y el Paso Drake.

“Esa presencia tiene consecuencias estratégicas, especialmente en el Cono Sur, donde puntos clave podrían ser utilizados para proyectar poder, interrumpir el comercio o desafiar la soberanía regional”, señaló el militar.

En paralelo, el subsecretario de Defensa estadounidense, Roosevelt Ditlevson, aseguró: “No buscamos una guerra con China, pero estamos decididos a disuadir sus amenazas en esta región”.

Interés en Ushuaia

Además del radar, Estados Unidos volvió a poner sobre la mesa su intención de instalar un atracadero para submarinos nucleares en Ushuaia, lo que se enmarca en su estrategia de reforzar la presencia militar en el Atlántico Sur y la Antártida, y limitar la influencia de China en la región.

La iniciativa, que ya había sido presentada meses atrás, cosechó rechazos en Tierra del Fuego, donde sectores políticos y sociales advierten sobre el riesgo de convertir a la provincia en un enclave de disputa geopolítica entre potencias.

Silencio oficial

Por el momento, desde el oficialismo nacional no hubo definiciones públicas sobre el tema. Sin embargo, en ámbitos de Defensa reconocen que una negativa explícita a los pedidos de Washington podría traer complicaciones en materia de compras de equipamiento militar, como la reciente adquisición de vehículos blindados Stryker, cuya entrega aún está en curso.

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