MIÉRCOLES, 25 de junio 2025.- Este 25 de junio se cumple un mes de la trágica muerte de Miguel Ángel Maira Clemente, de 36 años, quien perdió la vida en un voraz incendio ocurrido en la Margen Sur, en una vivienda ubicada en calle Falconier 931. Aunque la investigación oficial apunta a un incendio accidental y una muerte por inhalación de monóxido de carbono, la familia no descarta otras hipótesis y exige que se investigue a fondo.

La madre de Miguel rompió el silencio y pidió justicia. Entre lágrimas, relató a ElFueguino que su hijo no tenía problemas de adicciones ni conflictos personales, y aseguró que «era un buen chico, trabajador y con sueños». La mujer denunció irregularidades en el caso y afirmó que su hijo gritaba pidiendo auxilio durante el incendio.

“Mi hijo murió pidiendo ayuda, lo escucharon gritar, pero nadie hizo nada. Para nosotros, esto no fue un accidente”, expresó con dolor.

Según los primeros informes periciales, el incendio se habría originado en la cocina de una de las viviendas afectadas, en la cual este artefacto era utilizado como medio de calefacción. Las llamas rápidamente consumieron cuatro casas. En el lugar fue hallado el cuerpo sin vida de Miguel, quien no residía en ese domicilio y, según trascendió, habría ingresado por el techo.

La familia cuestiona esa versión. Aseguran que Miguel mantenía una relación sentimental con la joven que vivía en la casa, una mujer de 21 años, quien en declaraciones posteriores negó conocerlo. No obstante, los allegados del joven aseguran que hay pruebas de transferencias bancarias y conversaciones que evidencian ese vínculo.

“Ella dice que no lo conocía, pero mi hijo le mandaba dinero. ¿Cómo alguien entra por el techo a una casa donde no es bienvenido? ¿Qué hacía ahí entonces?”, cuestionó la madre.

Ante la falta de respuestas claras, la familia de Miguel Maira decidió constituirse como querellante en la causa que investiga el Juzgado de Instrucción N.º 1 de Río Grande. A través de un abogado, buscan acceder al expediente completo, aportar pruebas y solicitar medidas complementarias que permitan esclarecer lo sucedido.

“Queremos saber la verdad, no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Mi hijo no se metió solo a morir. Hubo abandono, hubo desidia, y no lo vamos a permitir”, sentenció la mujer.

El pedido de justicia

A un mes del hecho, el dolor sigue intacto. La familia sostiene que Miguel pudo haber sido salvado si alguien lo hubiera ayudado, y apunta a la falta de asistencia durante el siniestro. También pidieron que se investigue si hubo omisión de auxilio, negligencia o encubrimiento.

Por el momento, la causa continúa bajo investigación. Mientras tanto, la voz de una madre que no se resigna a aceptar la versión oficial resuena con fuerza en busca de justicia para su hijo.

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