MARTES, 10 de junio 2025.- Con una profunda emoción y gratitud, el Padre Luis Ascona celebró junto a los fieles de la Parroquia «Sagrado Corazón de Jesús» en Río Grande , sus 35 años de vida sacerdotal . A sus 65 años de edad, este chaqueño de alma misionera recordó sus inicios, su llegada a Tierra del Fuego y renovó su compromiso mariano con la comunidad pastoral y con Dios.

En diálogo con ElFueguino el padre Ascona expresó “Fue un día feliz y todo de Dios”, al evocar aquel 10 de junio de 1990, cuando fue ordenado sacerdote en Resistencia, su ciudad natal. “Todavía siento la mano de Monseñor Andrés María Rubio sobre mi cabeza, diciendo las palabras de la consagración. Un momento inolvidable”.
El camino vocacional del Padre Luis comenzó desde muy joven. Con apenas 14 años, ingresó al seminario de los salesianos de Don Bosco en Rosario. “Le dije primero a mi mamá que quería ser sacerdote, porque tenía miedo de decirle a mi papá”, recuerda entre risas y emoción. “Pero papá no solo me apoyó, sino que me acompañó en el viaje al seminario. Y cuando subía al avión, vi a mi mamá y a mis hermanos despidiéndose en la pista… me largué a llorar, extrañaba muchísimo”.
En 1978 inició su formación como novicio salesiano, comenzando también el profesorado en Filosofía y Ciencias de la Educación. Luego de dos años de prácticas en casas salesianas, fue destinado a Montevideo, Uruguay, para continuar sus estudios de Teología. Allí fue ordenado diácono en febrero de 1990.
Poco después regresó a su ciudad natal, Resistencia (Chaco), donde meses más tarde fue ordenado sacerdote. En febrero de 1993 fue destinado a la Diócesis de Río Gallegos, donde quedó incardinado, y comenzó una larga trayectoria pastoral en la región.
Estuvo al frente de las parroquias de Puerto Santa Cruz y El Calafate, y en diciembre de 1995 fue destinado a la parroquia Sagrada Familia de Río Grande. En marzo de 2004, asumió funciones en la parroquia María Auxiliadora de Ushuaia. En marzo de 2010, fue trasladado a la parroquia San Vicente de Río Gallegos, y en diciembre de ese mismo año pasó a la parroquia Sagrada Familia de Tolhuin.
En julio de 2022, regresó a Río Grande para asumir la conducción de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, donde continúa ejerciendo su ministerio con compromiso y cercanía con la comunidad.
Cabe destacar que uno de sus primeros sostenes espirituales fue el padre Salesiano Alejandro Buccolini, quien más tarde sería obispo de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
“Jamás elegí un destino. Siempre vi en el obispo Buccolino lo que Dios quería para mí. Donde me mandaban, yo iba y me entregaba por completo”.
Durante la misa aniversario, el párroco agradeció a la comunidad por acompañarlo a lo largo de estos años y dejó un mensaje de aliento ante los tiempos difíciles que atraviesa el país. “Nunca pierdan la esperanza. Nuestra esperanza no está en una ideología ni en una persona. Nuestra esperanza es Cristo. Aun en la oscuridad, Él está ahí, sosteniéndonos en silencio”.

El testimonio del Padre Luis Ascona es el de una vida de fe, servicio y entrega. Una historia que sigue escribiéndose, día a día, al calor de la comunidad fueguina.
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